Caminando hacia un lugar extraño me pregunté hacia dónde me lleva todo esto. Hacia dónde caminan mis pasos, hacia dónde dirigen la mirada mis ojos, hacia dónde señala mi corazón. Creo que no tengo respuesta aún. Por alguna razón que escapa de mi comprensión, una parte de mí se niega a saber la respuesta, alegando que vive feliz en la ignorancia. El resto de mí se debate a contracorriente, buscando algo que me arrepentiré de saber, que me arrancará de mi quietud, pero que tal vez, y a la larga, me venga bien.
Cada vez me cuesta más volver a la rutina después de salir de ella. Esto acaba conmigo. Literalmente. Cansada, abatida y aburrida, en un estado similar al de antes de irme, pero esta vez sabiendo que hay algo más fuera que estoy deseando tener. A eso me refiero. Antes de saber que todo eso existía era feliz en mi ignorancia. Ahora estoy feliz de haber conocido ese mundo, pero no soy feliz. Ser y estar. La cosa queda entre verbos.
Malditos franceses, ingleses e incluso alemanes, pues no tienen esa dicotomía
"No deberías haberte enamorado de alguien como yo, de todas formas..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario