Parece que las cosas si pueden ir a mejor.
Aún quedan cosas por hacer, pero parece que aún hay esperanza conmigo, que todavía puedo aprender a no autodestruirme, a encontrar la forma de hacerme la vida lo más liviana posible.
Porque la vida no deja de sorprenderme, porque cuando parecía que volvía a refugiarme en un callejón oscuro aparecen personas por las que merece la pena sonreír.
A veces pienso que soy muy rara. No me preocupan la política, las guerras, el hambre, las buenas notas, las leyes, el paro, zapatero... No me importaría vivir casi sin nada. Mis motivaciones son dos: el aburrimiento, y las personas, y ésta última falla casi siempre. Soy capaz de las cosas más imposibles promovidas por el aburrimiento extremo al que mi imparable cerebro se ve sometido, hasta extremos en los que soñar despierta, se convierte en mi razón de ser, de montarme historias para poder dormir, de devorar, insaciable, libros e historias. De aprender a coser, a resolver cubos de rubik, a dibujar manga, a pasar las horas muertas escribiendo aqui cosas que nadie leera... Igualmente soy capaz de todo por alquien que me conquiste, por gente que me comprenda y no me juzgue por las gilipolleces que digo voy hasta a la playa (que no me gusta nada... esa sensacion de parecer una croqueta desde que llego hasta la cuarta ducha que me doy).
Tal vez mañana piense de otra forma, tal vez mañana y estallará mi burbuja, inestable como ha sido siempre, imposible de endurecer ni a base de golpes, pero da igual, sé que tarde o temprano mirarás hacia aquí, y te estaré esperando con la mejor de mis sonrisas. Porque eso es lo que me da vida. Sonrisas.
"Construiré castillos a base momentos,
fortaleceré las murallas a base de sonrisas"
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