Memories

      Mil millones de trabajos más tarde. Tardes enteras en la biblioteca, decenas de bibliografías y noches sin dormir, profesores que se convirtieron en amores platónicos y profesores que fueron capaces de crear el odio más visceral. Unidades didácticas de matemáticas, de lengua, globalizadas, de inglés y sobre todo de educación física, hasta saber palabra por palabra lo que pone en cada anexo del decreto 1513. Peleas, discusiones, votaciones, exámenes injustos y pasadas de mano considerables. 

     Se cierra una etapa más, más rápido de lo que pensaba. En un abrir y cerrar de ojos aprendí a bailar, a hablar en público, a dominar una clase de 25 niños hiperactivos sin diagnosticar, que odio el género femenino a pesar de pertenecer a él, y que parte del género masculino me ha decepcionado irreversiblemente. Conocí gaditanos que se hacían pasar por argentinos, canarios con necesidades especiales, hombres arrítmicos y descoordinados y magos que tras los trucos desaparecen sin más interés. Aprendí a tomar apuntes, hacer sudokus, dibujar y atender en clase. Todo a la vez.

Gente que valía la pena. Gente que no. Aunque mi sonrisa siga aquí esperando.

Un final amargo después de todo. Y eso que aún quedan los exámenes. Exámeneeeeeeees T_T

"Cuando crezcas ¿te acordarás de mi?"