Harta de ser yo, decidí ser otra persona. Pero no sirvió de nada.
Llueve, pero que más da. El agua no puede llevarse todo lo acumulado en mis calles. Tras la incapacidad de ser quien quería ser se esconden la inutilidad de todos mis actos y la impotencia de no haber podido llevar ningún sueño a cabo. Jugué al parchís con las ganas de ser diferente, pero no fui capaz de sacar ficha, y todos los demás me llevan una ventaja insalvable.
Pensé que era grande, pero no, sólo un alma pequeña y sucia, que intento limpiar pero sólo parece que se hace más y más pequeña, que cuanto más limpia queda más parece desaparecer.
No se por qué, pero desde que estás tú, cada vez parezco ir a peor...
"Te dicen que se aprende de los errores. Lo que no te dicen es que cada uno de ellos te perseguirá hasta darte caza y destrozarte."
No hay comentarios:
Publicar un comentario